Sabemos que ser hombre y vestirse de mujer es algo complicado en varios aspectos. En esta ocasión tocaremos el tema de ese sentimiento repentino que nos nace a algunos hombres. Como siempre se los he mencionado, hablar de este tema puede ser de lo más sencillo o muy complicado según su forma de pensar.
Hace poco ví en redes sociales el lanzamiento de Ranma 1/2. Esta famosa caricatura de hace algunas décadas atrás donde el personaje principal cae en una especie de fosas encantadas y una vez adentro se convierte en una mujer (aunque el resto de los personajes se convierten en animales) A partir de ese momento, cada vez que le cae agua fria se vuelve a convertir en mujer y para volver a ser hombre tiene que echarse agua caliente. La serie parte de ese punto y va desarrollándose con todas las vivencias que va pasando el personaje ya sea hombre o mujer.
Pues bien, hay una gran similitud con los hombres que les gusta vestirse de mujer. Para nosotros, nuestra agua fria vendría siendo esas súbitas ganas de verse como chica por cierto tiempo y una ves que se ha sido cumplido el gusto, es como si nos echaran agua caliente y volvemos a ser hombres.
Resulta un poco raro y divertido porque no podemos controlar esas ganas querer vestirse de mujer, aunque sabemos que se «calman» cuando ya lo hicimos. Quiero aclarar que esto nos sucede a ciertos hombres que tienen el gusto por el travestismo. Cada quien tiene sus gustos y motivos.
Otra forma de verlo y que también me gusta mucho, es que se esto asemeja con la necesidad que tienen las mujeres de verse bonitas. Y si, digo necesidad porque para ellas, verse bien es demasiado importante para su autoestima y forma de ser. Entonces, algunos de nosotros simplemente queremos vernos «bonitas» por un tiempo. Vernos femeninas para nosotros mismos. Claro, hay chicas travestis que si buscan atraer hombres y es válido para ellas porque es su gusto. De este otro lado y hablando desde mi persona, lo hago para mi nada más. Me encanta «vestirme», tal cual lo puse en un artículo anterior «Ser hombre travesti no siempre es querer ser mujer«.
Como ven, encontrar una explicación lógica y convincente de porque un hombre le gusta vestirse de mujer es prácticamente imposible. Es algo que traemos incluso desde la infancia.
Por otro lado, esto me ayudó a definirme. A diferencia de otr@s que si quisieron ir más allá, me di cuenta conforme pasaba el tiempo que no podría vivir como chica todo el tiempo. Disfruto mucho mi lado femenino, aunque no es predominante en mi. En algún momento vuelvo a la normalidad y como si no hubiera pasado nada. Suena fácil de leer, pero no, se necesita ayuda profesional para poder trabajarlo y definir que quieres hacer y hasta donde deseas llegar. Recuerden que hacer esto con culpa y remordimiento no es nada bueno.