Cada vez es más frecuente ver a personas con preferencias sexuales diferentes a la hetero, adoptar una postura de rechazo a la marcha del orgullo que hacen cada año. En algunos casos hasta prefieren mejor alejarse del «ambiente» debido a como ha evolucionado. Se ha convertido en todo un desfile de exhibicionismo y conductas inapropiadas, opacando totalmente a las personas que si marchan por una verdadera causa.
¿Realmente debería ser orgullo?
Es cierto que la comunidad LGBT+ durante muchos años fue castigada y estigmatizada por la sociedad. En algunos países todavía es causa de muerte. Sin embargo, es por este tipo de eventos que se han realizado desde hace muchos años y a la información con la que contamos al día de hoy que se ha avanzado significativamente en el tema de igualdad y equidad.
La comunidad se centra en las diferentes preferencias sexuales. Es el gusto que cada persona puede tener y la forma en la que lo ejerce. Realmente sigue siendo un gusto, algo diferente pero nada en especial. La lucha se debería enfocar en lograr que cualquier persona que tenga gusto por usar ropa que no «pertenece» a su género, que le guste su propio género o quiera cambiarlo, sea visto como algo diferente nada más. No percibirlos como depravados, enfermos y demás adjetivos que solo generan más rechazo.
Y si, en algún momento se estaba consiguiendo llegar a ese punto. PERO, no fue sino la misma comunidad que empezó a exigir demás, de manera prepotente y victimizándose hasta por la situación o cosa más superficial. Recuerden que vivimos en una sociedad. No podemos obligar a todos que los acepten, pero si se puede convivir en un ambiente de respeto. Saber que todos sin excepción tenemos derechos, y donde terminan los míos empiezan los del otro. Por eso, estos últimos años ha perdido mucha credibilidad e incluso el respeto y aprecio de muchos de sus seguidores.
Por otro lado, tener un gusto y estilo de vida diferente al de la mayoría no es motivo de orgullo. Lo que si debería serlo es por ejemplo, las primeras personas que empezaron a mostrarse como son, afrontado el miedo y peligros que pudieron tener o tuvieron. Aportar algo valioso a la sociedad en cualquier ámbito en el que nos encontremos. Algún acto de caridad o beneficencia a personas necesitadas o animales, entre otros.
Lamentablemente, nos encontramos con mucha gente que se volvió intransigente. Solo buscan que el mundo se adapte como ellos quieren.
Solamente para aclarar. Estoy en contra de todo lo deformado que se ha vuelto esta marcha y para mi no es motivo de sentirse orgulloso por vestirme de mujer(en mi caso). Simplemente es algo que me gusta hacer a veces y lo disfruto mucho mientras estoy de «chica». Por que es eso, algo adherido a nuestra personalidad y que cada individuo disfruta de diferente manera. No debería existir artículos como este «¿En qué casos no debo decirle a mi pareja?» Para muchos hombres es mejor vivir en el anonimato.
No es el fin
Nosotros solamente pertenecemos a este momento, vendrán generaciones nuevas a las que se les tendrá que enseñar e inculcar. Por un ambiente de respeto y tolerancia pero de ambas partes. Les mentiría si les asegurara que en un futuro ya no será necesario dar visibilidad y crear conciencia. Esto seguirá siendo útil e incluso necesario a través del paso del tiempo.